domingo, 26 de agosto de 2018

Una calle, una empresa y un rey.

Pocos son los rincones de Valencia en los que podemos encontrar rótulos con los nombres antiguos de la calle.

Este es el caso de la calle donde se encontraba una empresa mítica de Valencia junto al convento de Jerusalén.




En ella se encontaba una de las grandes empresas valenciana. La Maquinista Valenciana. donde en 1891 se construyó la estatua del rey Jaime I que se encuentra en el Parterre, obra de Agapito Vallmitjana.





Junto a la calle Buenavista estaba el convento de Jerusalén, el trinquete Pelayo y la ermita de San Vicente (denominado barrio de la Roqueta) en la actualidad el 80% de los comercios son chinos.

 1906. Visita del rey Alfonso XIII. Fondo gráfico Maquinista Valenciana.

Puerta convento

La Maquinista Valenciana también se instaló en el Cabanyal y ya se había especializado en señalizaciones marítimas.

http://maritimodevalencia.blogspot.com/2017/11/la-maquinista-valenciana-del-cabanyal.html


La estatua de Jaime I en el interior de la Maquinista. Fondo gráfico LMV.

Instalándola en el Parterre. Fondo gráfico Maquinista Valenciana.

En 1922 se le cambió el nombre a la calle por la de Matemático Marzal, la fábrica (actualmente en Paterna) y el convento dejaron paso a bloque de edificios, el trinquete pasando apuros para sobrevivir y la estatua del rey sigue en el Parterre (ya es un éxito ya que en esta ciudad cambian de ubicación los monumentos...)

http://callesyplazasdevalencia.blogspot.com/2015/12/calle-del-matematico-marzal.html

Durante algún tiempo se planeó trasladar los archivos histórico y gráfico de La Maquinista Valenciana al edificio del inicio de la calle de la Reina, antiguo casino republicano, más tarde propiedad de la familia del maestro Padilla y finalmente derribado por orden del alcalde Juan Ribó en julio de 2017.

Edificio donde se iba a instalar el museo de La Maquinista Valenciana. Google.

domingo, 22 de abril de 2018

Los callizos de San Juan del Hospital (II).

Por la calle del Mar.

A finales del siglo XVI se mostró un sentimiento de rechazo hacia los judios en los reinos de la península ibérica. En 1388 se iniciaron los ataques a edificios hebreos en toda la zona de Andalucía, con la muerte del arzobispo de Sevilla se dio orden de destruir todas las Sinagogas de Sevilla en 1390, siguiendo un año después el asalto a la judería con robos, incendios y asesinatos. El problema judío corrió como la pólvora en toda la península.

La primera zona del reino de Aragón que atacó su judería fue Valencia, el 9 de julio de 1391. El crecimiento continuo del barrio había llegado hasta el portal de Xerea y las calles Chritofol Soler y calle Cabateria.

Sección del plano de 1238.

A principios del siglo XV el camino entre el centro de Valencia y el puerto se hacía por el portal de Xerea, uno de los que conformaban el recinto de la judería valenciana. Tras el asalto se empezó a realizar obras con la intención de borrar los desgraciados sucesos en la Judería.

En la zona de las calles Christofol Soler y Cabateria (hoy parte de la calle del Mar) se encontraba el complejo de los Caballeros del la Orden del Hospital. Fueron de los pocos que prestaron ayuda a los habitantes del barrio judío intentando calmar a la muchedumbre que estaban apoyados por otra Orden Militar.

 Caballeros cruzados de la Orden del Hospital (hoy Orden de Malta).

En el ataque al barrio surgió una Imagen de San Cristóbal, según cuentan los judíos intentaron destruirla porque estaba junto a la sinagoga de la calle del Mar (P. Esclapés). Tiempo después del ataque la Sinagoga ésta se transformó en el convento de San Cristóbal con portada a la calle del Mar. 

 1861. Tejado del desparecido covento de San Cristóbal en la calle del Mar. Sauller y Ferrier.

El portal de Xerea, que iniciaba el camino al mar, se derribó para construir uno nuevo que daba paso al palacio del Real y la huerta, con cimientos de piedra y piso de madera, que se hundió con la llegada del emperador Carlos I por el peso de la gente, en 1599 se construyó uno nuevo frente al palacio (actual puente del Real) para la boda de Felipe III y Dña. Margarita de Austria, en él existen restos de la puerta de Xerea. (Diario de Valencia).

Puente y portal del Real, hoy existe una réplica en la plaza Porta de la Mar.

En la calle Cabateria se hallaba la entrada norte del convento de San Cristóbal y frente a ella estaba el callizo del mismo nombre, más tarde renombrado como plaza y que todavía podemos ver hoy en día. Formó parte de la desaparecida calle de Micer Johan Davella, al igual que el callizo del Milagro que ya comenté en la primera parte.

 Planos de Mancelli y Tosca donde se observa la plaza

Antigua plaza de San Cristóbal hoy, en la calle del Mar y junto al palacio de Valeriola en proceso de recuperación.

Grabado del S. XVIII donde se ve la plaza y el palacio.

En la parte este del palacio, y antes de su construcción, existía otro de los callizos desaparecidos y del que queda algún vestigio, el callizo del Cristo de las Penas. 

Plano de Tosca con el callizo.

El callizo del Cristo de las Penas debía su nombre a un pequeño altar que había en él, dicho callizo existió hasta que enagenado el terrenos por el Ayuntamiento, se embebió en la construcción del nº 1 de la plaza de la Congregación (hoy San Vicente Ferrer), Marqués de Cruilles. El edificio pertenece actualmente a la Diputación Provincial.

Cementerio medieval de S. Juan del Hospital donde se ve a la izquierda un trozo de pared que daba al callizo.

La Cofradía del Cristo de las Penas hacía su procesión en Jueves Santo y salían por el callejón de los huertecillos hasta la calle del Mar. Pasqual Esclapes 1738.

Restos del callizo en una vista aérea de Google.

El callizo desembocaba junto al horno de la esquina que daba a la calle del Mar, Vicente Boix.

Santísimo Cristo de la Penas.




Seguiremos con los callizos en una tercera y última parte.


sábado, 3 de marzo de 2018

Los callizos de San Juan del Hospital (I)




Si alguien da la vuelta a la manzana que oculta la iglesia de San Juan del Hospital no se dará cuenta que en ella existen cuatro calles o callizos invisibles, solamente la rinconada de la calle del Mar está a la vista.



La historia de estas calles la iniciamos en la actual calle del Milagro. La calle tenía el nombre de la Confradía de la Virgen Maria de la Seu como se ve en el plano del padre Tosca.

 Plano Padre Tosca 1704.

La calle no llegaba a la actual calle Trinquete de Caballeros, sólo llegaba hasta el callizo, y  unido al grupo de la Iglesia de San Juan de Malta (hoy del Hospital), la actual sede de Lo Rat Penat, entonces era la Casa de Encomienda de los Hospitalarios.

 Sede de Lo Rat Penat.

Cuando se abrió la calle hasta Xepolella (hoy Trinquete de Caballeros) se denomínó al nuevo tramo como calle Nou de Sto. Tomas, quedando en su inicio la calle Micer Johan Davella, y llegaba hasta la Cantonada del Fossar de S. Johan, frente a la Sinagoga de la calle del Mar, como la denominó Esclapés, reconvertida en convento de San Cristobal. .

Tras el asalto al barrio judío, hubo grandes reformas del barrio llegando también a la calle de Micer Johan Davella dividida en tres tramos y uno de ellos fue el callizo del Milagro por dar a la calle del mismo nombre (unión de las antiguas Nou de Sto Tomas y Confradia de la V. Maria de la Seu.

 
El callizo del Milagro era uno de los tres accesos a la puerta norte de la iglesia de San Juan. 1608.

Puerta norte.


El 29 de abril de 1890 se ordena el replanteo del corral de la casa de la calle del Milagro a Trinquete Caballeros cediendo 93 palmos a beneficio público, pagando 3 reales de vellón por palmo, para mejorar la del Milagro.

Fachada del horno y corral en 1850. A.H.M.

El 13 de febrero de 1843 se ordena el cierre de algunos callizos de la ciudad entre ellos el callizo del Milagro, otros fueron vendidos. El motivo era para evitar escándalos contra la moral y que gente mal intencionada los utilice como abrigo. Se colocarán puertas que permanecerán abiertas durante el día para facilitar el libre tránsito y cerrarse al anochecer. La iglesia de San Juan del Hospital cerró el callizo del Milagro.

Puerta de la calle del Milagro que daba acceso a la iglesia desde dicha calle.

El callizo del Milagro, aún se puede ver en la parte interior del patio norte, que permanece oculta a la vista de la gente.