En la plaza de la Reina junto a la esquina con la calle de la Paz, en el lugar que ocupa un anuncio de Picasso, se encontraba un kiosco con una curiosa historia.
El día 11 de septiembre de 1890, D. José Martínez Aparisi solicita instalar en Valencia dos kioscos “Cicerone” de su invención, cuya patente fue aceptada en julio del mismo año por el Gobierno se S. M. con una duración de 20 años. Dichos kioscos se colocarían en el centro de las plazas de la estación y de la Reyna de manera que los seis lados serían visibles al público.
Kiosco Cicerone.
El 14 de octubre de 1890 se acepta la instalación de
los kioscos con la condición de que no adquiere derecho alguno sobre la
servidumbre y la vía pública pudiendo el Excmo. Ayuntamiento acordar cuando lo
estime conveniente la desaparición de dichos kioscos y abonando el arbitrio
correspondiente.
El 8 de noviembre del mismo año los vecinos de la zona
de la plaza de la Reina realizan un escrito al Ayuntamiento en el que indican
que consideran beneficioso la instalación de los kioscos ya que adornará la
zona y la iluminará de noche.
El 25 de enero de 1895 los dueños de los principales
establecimientos de la plaza de la Reina solicitan que desaparezca el kiosco
alegando que “dicho trasto no sirve para nada práctico sino para afear los
puntos más hermosos de la ciudad”, “y cuando por fin va a ser una realidad la
reforma de la plaza de la Reina y la calle de la Paz resulta de mal gusto un
armatoste que no sirve hoy mas que para mingitorio”
El 1 de abril el arquitecto de Distrito, una vez
comprobado el estado, solicita al Ayuntamiento la desaparición del kiosco
Cicerone y el 13 del mismo mes el Ayuntamiento pide el informe del concesionario
del kiosco ofreciendo las reformas del mismo.
En dicho informe la empresa Martínez & cía.
lamentaba que algunos comerciantes pretendiesen hacer desaparecer el kiosco que
servía de sustento a unos pobres obreros y que por su forma y su emplazamiento
perjudica en lo más mínimo y que funden la solicitud por no estar en armonía
por su feo aspecto con el ornato y embellecimiento de las nuevas reformas. El
kiosco ha dado mayor esplendor y realce a la expresada plaza siendo uno de los
mejores no de España sino también del extranjero.
Como se puede ver en el plano que se adjuntaba, la
reforma que más llama la atención es la colocación de un reloj de cuatro
esferas iluminado con un potente foco y que el kiosco podría servir para la
venta de localidades de la Batalla de Flores de la Feria de Julio.
Boceto de reformas. 1895.
El 31 de mayo de 1895 el presidente de la Comisión
propone al Ayuntamiento la desaparición del kiosco. El 16 de junio el
ayuntamiento desecha la propuesta de la Comisión, solicitando la reforma del
kiosco con el añadido del reloj de cuatro esferas, comunicándolo a la empresa
el 27 de junio.
21 de octubre se entrega el plano del kiosco
reformado.
El 10 de enero
1896 se comunica al Ayuntamiento que las
obras de reformas aún no se han realizado, solicitando la desaparición del
antiguo kiosco. El día 18 de febrero se emplaza a la empresa para notificarle la
realización de las obras para la instalación del nuevo kiosco y se entrega al
alguacil la Célula de notificación.
El 4 de julio de 1898, ante decisión de la Comisión de
Policía Urbana de suprimir el kiosco sin oír a la empresa G. Martínez y Cia. ésta
escribe al Ayuntamiento indicando que se han estado abonando los arbitrios correspondientes
y que las distintas reformas del kiosco ascienden a 14.000 pts. y ante el
acuerdo de elevar el arbitrio a 5 pts. diarias que son sumas no despreciables
solicita seguir con la concesión del kiosco. Siendo aceptada la continuidad del
kiosco.
El 11 de diciembre de 1901, el kiosco no prestaba
servicio alguno y era un obstáculo para la visualidad y tránsito de carruaje,
la comisión de Policía Urbana propone que sea retirado, siendo avisado al
representante de la empresa el día 25 de enero de 1902. El 5 de febrero se
dirigen al Ayuntamiento quejándose e informando que el reloj presta un servicio público y que el kiosco
estaba próximo a reabrir, solicitando que siga permaneciendo en la plaza.
El 4 de marzo de 1902, se le concede un plazo de 48
horas a la empresa para retirar el kiosco o se actuaría de oficio.
A la citación se presenta D. Francisco Martínez Vicent socio de la empresa dándose por enterado y para reclamar que se siga manteniendo el kiosco en la plaza de la Reina, sin recibir ninguna contestación.
El 8 de marzo dan orden al capataz de obras de
desmantelar el kiosco y depositarlo en el depósito municipal de la calle de la
Jordana asumiendo los gastos la empresa G. Martínez y Cía. Que ascendían a 35
pts.
El día 20 de marzo de 1902 se envía la papeleta de citación a la empresa para que pase a recoger el kiosco de los depósitos de la calle la Jordana. El 10 de abril al no acudir se le comunica que si no se presenta en el plazo de 15 días, para retirar el kiosco y pagar las costas, se procederá a su venta.
Debido a los recursos interpuesto por Elías Martínez
por retirarse el kiosco, con fecha del día 24 de junio de 1904 todavía
permanecía en los depósitos municipales. El 12 de agosto de 1904 se daba por
concluido el tema no admitiéndose más recursos.
Esplugas.
Fuentes:
Archivo Histórico
Municipal.
Hemeroteca Municipal.