Por la calle del Mar.
A finales del siglo XVI se mostró un sentimiento de rechazo hacia los judios en los reinos de la península ibérica. En 1388 se iniciaron los ataques a edificios hebreos en toda la zona de Andalucía, con la muerte del arzobispo de Sevilla se dio orden de destruir todas las Sinagogas de Sevilla en 1390, siguiendo un año después el asalto a la judería con robos, incendios y asesinatos. El problema judío corrió como la pólvora en toda la península.
La primera zona del reino de Aragón que atacó su judería fue Valencia, el 9 de julio de 1391. El crecimiento continuo del barrio había llegado hasta el portal de Xerea y las calles Chritofol Soler y calle Cabateria.
A principios del siglo XV el camino entre el centro de Valencia y el puerto se hacía por el portal de Xerea, uno de los que conformaban el recinto de la judería valenciana. Tras el asalto se empezó a realizar obras con la intención de borrar los desgraciados sucesos en la Judería.
En la zona de las calles Christofol Soler y Cabateria (hoy parte de la calle del Mar) se encontraba el complejo de los Caballeros del la Orden del Hospital. Fueron de los pocos que prestaron ayuda a los habitantes del barrio judío intentando calmar a la muchedumbre que estaban apoyados por otra Orden Militar.
A finales del siglo XVI se mostró un sentimiento de rechazo hacia los judios en los reinos de la península ibérica. En 1388 se iniciaron los ataques a edificios hebreos en toda la zona de Andalucía, con la muerte del arzobispo de Sevilla se dio orden de destruir todas las Sinagogas de Sevilla en 1390, siguiendo un año después el asalto a la judería con robos, incendios y asesinatos. El problema judío corrió como la pólvora en toda la península.
La primera zona del reino de Aragón que atacó su judería fue Valencia, el 9 de julio de 1391. El crecimiento continuo del barrio había llegado hasta el portal de Xerea y las calles Chritofol Soler y calle Cabateria.
Sección del plano de 1238.
A principios del siglo XV el camino entre el centro de Valencia y el puerto se hacía por el portal de Xerea, uno de los que conformaban el recinto de la judería valenciana. Tras el asalto se empezó a realizar obras con la intención de borrar los desgraciados sucesos en la Judería.
En la zona de las calles Christofol Soler y Cabateria (hoy parte de la calle del Mar) se encontraba el complejo de los Caballeros del la Orden del Hospital. Fueron de los pocos que prestaron ayuda a los habitantes del barrio judío intentando calmar a la muchedumbre que estaban apoyados por otra Orden Militar.
Caballeros cruzados de la Orden del Hospital (hoy Orden de Malta).
En el ataque al barrio surgió una Imagen de San Cristóbal, según cuentan los judíos intentaron destruirla porque estaba junto a la sinagoga de la calle del Mar (P. Esclapés). Tiempo después del ataque la Sinagoga ésta se transformó en el convento de San Cristóbal con portada a la calle del Mar.
1861. Tejado del desparecido covento de San Cristóbal en la calle del Mar. Sauller y Ferrier.
El portal de Xerea, que iniciaba el camino al mar, se derribó para construir uno nuevo que daba paso al palacio del Real y la huerta, con cimientos de piedra y piso de madera, que se hundió con la llegada del emperador Carlos I por el peso de la gente, en 1599 se construyó uno nuevo frente al palacio (actual puente del Real) para la boda de Felipe III y Dña. Margarita de Austria, en él existen restos de la puerta de Xerea. (Diario de Valencia).
Puente y portal del Real, hoy existe una réplica en la plaza Porta de la Mar.
En la calle Cabateria se hallaba la entrada norte del convento de San Cristóbal y frente a ella estaba el callizo del mismo nombre, más tarde renombrado como plaza y que todavía podemos ver hoy en día. Formó parte de la desaparecida calle de Micer Johan Davella, al igual que el callizo del Milagro que ya comenté en la primera parte.
Planos de Mancelli y Tosca donde se observa la plaza
Antigua plaza de San Cristóbal hoy, en la calle del Mar y junto al palacio de Valeriola en proceso de recuperación.
Grabado del S. XVIII donde se ve la plaza y el palacio.
En la parte este del palacio, y antes de su construcción, existía otro de los callizos desaparecidos y del que queda algún vestigio, el callizo del Cristo de las Penas.
Plano de Tosca con el callizo.
El callizo del Cristo de las Penas debía su nombre a un pequeño altar que había en él, dicho callizo existió hasta que enagenado el terrenos por el Ayuntamiento, se embebió en la construcción del nº 1 de la plaza de la Congregación (hoy San Vicente Ferrer), Marqués de Cruilles. El edificio pertenece actualmente a la Diputación Provincial.
Cementerio medieval de S. Juan del Hospital donde se ve a la izquierda un trozo de pared que daba al callizo.
La Cofradía del Cristo de las Penas hacía su procesión en Jueves Santo y salían por el callejón de los huertecillos hasta la calle del Mar. Pasqual Esclapes 1738.
Restos del callizo en una vista aérea de Google.
El callizo desembocaba junto al horno de la esquina que daba a la calle del Mar, Vicente Boix.
Santísimo Cristo de la Penas.
Seguiremos con los callizos en una tercera y última parte.